Algo está cambiando.
Vivimos cada vez más solos, viajamos sin compañía, caminamos por las ciudades con la música en las orejas, paseamos a nuestros perros, hablamos solos, vamos en el metro bien separados, inmersos en nuestro mundo, las cestas de la compra ocupan menos, se ofrece más amistad en anuncios de prensa, en webs y móviles, falta comunicación… Y es que ayer mismo fui a la playa y todo estaba ocupado por toallas “de a uno”… Algo está cambiando. Lo que no se sabe muy bien es si vamos a peor.