miércoles, mayo 30, 2007

Comamos juntos.

Si, si, todavía estaba ocupado pero claro, como sé que me estabas mirando ya no puedo seguir haciendo lo que tenía entre manos. ¡Y mira que no me queda más remedio que continuar!, pero quizás tenerte a mi lado me ayude en el camino, pues buenas son las palabras para reconfortar al agitado. Sea como fuere, aquí vuelvo bien agradecido de vuestros comentarios, siempre leídos con entusiasmo. Espero corresponderte con mis humildes líneas pues siempre me siento niño ante vosotros, mis grandes aliados. ¡Venga, comamos juntos!; hoy me siento de nuevo, acompañado.