Allí y ahora.
Al otro lado del mundo. Un día cualquiera. Pon tu la hora. En ese sitio que crees inventado solo en tu mente o que ves en los telediarios. Existe. No es una visión. No es una fotografía. Están haciendo esto mismo, allí y ahora. En este mismo instante. Mientras tu estás en la oficina, una señora se afana por cocinar para su familia en una aldea nepalí, las madres jóvenes visitan con sus niños las calles y los mercados polvorientos en busca de alimentos en una zona del sur asiático. En este mismo momento dos misiles caen sobre un objetivo erróneo y matan a dos familias celebrando un cumpleaños. En este mismo instante otros cinco niños pierden la vida por desnutrición y sus familias quedan desgarradas a pesar de verlo tan de cerca a diario. Un joven budista comienza sus enseñanzas ingresando en un monasterio. En este mismo instante, allí y ahora, dos enamorados en viaje de novios son el centro del universo. Por quinta vez dos montañeros húngaros intentan poner sus pies en un ochomil. Un tornado se está formando en las costas caribeñas. En este mismo instante se pelean dos chavales de catorce años entre favelas mientras son alentados por sus compañeros. También es la hora de oración en otro lado del planeta. Allí y ahora. El silencio en el desierto sigue perenne. Una pareja hace el amor. Dos amores volvieron a separarse. Tres aviones despegan. Cuatro chicas jóvenes visitan con sus niños las calles y los polvorientos mercados en busca de alimentos en una zona del sur asiático…Allí y ahora.







