Ojos que observan
Parece que andamos solos y, sin embargo, siempre hay algún ojo que nos observa, escondido, agazapado, silencioso. Son ellos quienes enjuician nuestras acciones, aplaudiendo las buenas y haciendo sonar la campanilla de alarma en el cajón de la conciencia cuando cometemos las malas. Siempre hay algún ojo que nos observa. Los primeros que lo hacen son los nuestros.






