Olores que permanecen
Son las cuatro y media de la madrugada y el guía se ha levantado antes que nosotros. Apenas hemos dormido. Le sentimos y nos vamos preparando para la dura ascensión que nos espera impaciente. A 5.500 metros, la luz del alba comienza tenue a asomarse y el experimentado montañero se separa de la tienda de campaña, enciende una caja de incienso y desperdiga arroz al aire a la vez que implora a los dioses protección y permiso para visitar sus moradas. Estas montañas no nos pertenecen y solo deseamos contemplar sus mismas miradas desde ahí arriba, dominadoras, dejando que pequeños seres como nosotros caminen por sus hombros para así tocar el cielo y sentirnos, si cabe, mucho más minúsculos. Hoy todavía siento el incienso de aquel momento entrar por mis pulmones…
10 Comments:
Es curioso.
Tenía medio escrito un texto sobre el olor de un país, uno de esos días lo acabo....
Siempre he tenido la impresión de que el olor es lo que más profundo nos queda en la memoria y lo que de una forma más rara pero más fuerte es capaz de hacernos recordar.
Saludos en la sincronía.
Existen olores que siempre nos transportan y asociamos con lugares, personas o momentos...
Hoy mi mañana huele a tierra mojada ... y he pensado en caminar descalza para recordar que somos todos uno con ella.
Un abrazo enorme desde el Caribe!
Cuando pienso en incienso, no puedo evitar sonreir y pensar en mi madre.
Por toda la casa, en cada esquina; de mora, de fresa, de jazmín o de azahar. Barillas o conos. Rosas y verdes...
Le da igual, el caso es que huela toda la casa a incienso.
Tu recuerdo es más impresionante, sin duda, pero me ha venido a la cabeza mi madre al leer tu post ¨(quizá no habría debido comentar esto, no? bueno, lo escrito , escrito esta; para que veas que con tus post consigues traer recuerdos muy agradables y hacer sonreir )
Besitos
Por lo general, se asocia a los barrios pobres, en Argentina, las Villas Miseria, con olores desagrables, surgidos de la mezcla de otros olores desagradables...
HAce un poco más de diez años, cuando empezó mi carrera como docente, mi destino fue uno de esos barrios. Marginado de todo margen. Pero, para llamar la atención de todos los que no éramos de allí, ese barrio no olía mal. No. Por sus pasillos y calles, un perfume muy bonito podía respirarse. Y nada más literal que "respirarse", porque ese perfuma salía de una fábrica de Unilever... O sea, que ese perfume generaba una ihtoxicación lenta y progresiva... Era respirar escamas de jabón que flotaban en el aire... Es el día de hoy que no tolero los perfumes de los suavizantes para la ropa. Y es el día de hoy que todavía no puedo aliviar la alergia que me provocó respirar ese jabón.
En fin...
Hace un tiempo atrás vi unas fotos del Hospital de Chuquicamata...
Y fue extraño, pero sentí ese olor caracteristico de cuando uno entraba...
Me traslade a miles de recuerdos...
Hoy ese hospital esta enterrado bajo tiera, demolido...
Solo las fotos son testimonio del lugar en que nací...
Y con ellas puedo sentir ese olor...
Aunque el hospital dejo de existir hace como 5 años .
Besos
¡Qué preciosidad!
Un besazo
Las volutas del incienso invitan a cabalgar en ellas.
Hola tiene un blog maravilloso,te felicito.Un saludo Aine.
El mio es http://aine8.blogspot.com
yo siempre quemo incienso en casa, de diferentes olores.. me encanta!
Siempre he pensado que los olores te pueden transportar a situaciones, momentos vividos que siguen vivos en tu memoria con ese olor..
un beso
Namasté...el incienso tiene magia, poesía, trae recuerdos, fueron los primeros perfumes, venian así en forma de humo, para mí es un signo de relajación, cuando voy al yoga , es lo primero que me consigo, ese olor, me encanta.
Besos.
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